Las epidemias son enfermedades infectocontagiosas que afectan a una considerable cantidad de personas de una determinada población, y en un determinado tiempo. Se caracterizan por tener el mismo germen causal, y en general dan
un cuadro sintomático que caracteriza a la enfermedad como tal, conciertas variantes en determinados individuos.
A lo largo de la historia de la humanidad, hemos sido azotados por este tipo de enfermedades. En la antigüedad la peste era la más terrible y afectó principalmente a la población de la edad media. No se queda atrás
las epidemias de viruela que también afecto a miles de personas, y no se diga la “gripe española” que mató a unos 50 millones de personas.
En el tiempo de la conquista, la población mexicana sufrió los estragos de la viruela traída por los conquistadores, que fulminó a una gran cantidad de nativos de aquella época.
El cólera tiene también su propia historia, y ha afectado tanto a países de Europa como de América, y Asia, y más recientemente, el SIDA que está presente en todos los países prácticamente.
Las epidemias de la edad media estaban favorecidas por las precarias condiciones de salubridad en que vivía la población de aquel entonces; y gran parte de su disminución, se debe precisamente a la mejoría de las condiciones
sanitarias de las ciudades modernas.
En México, además de la viruela de la época de la conquista, hemos sido afectados también por el Tifo, inclusive fue antes de la conquista. Posterior a la viruela, la población mexicana se vio afectada por una epidemia
de sarampión, también traída por los españoles..esta fue aproximadamente en 1531.
En 1576 hubo otra epidemia grande en México, que no se sabe con exactitud de que fue, pero la mayoría coincide que pudo haber sido de Tifoidea o fiebre hemorrágica.
En las regiones costeras, por allá de mediados del siglo XVI hubo una epidemia de paludismo, que mató también a muchas personas.
Antes de la conquista, Europa sufrió una epidemia de sífilis, pero ésta no llegó a México con la conquista.
En 1833 hubo epidemia de cólera en México, también resultado de la epidemia que sufrió Europa e India en esos tiempos…
Ya, en 1914 hubo un brote de fiebre amarilla, que ya se habia erradicado cuando se secaron los pantanos.
En los cincuentas tuvimos una epidemia de poliomielitis. Y la de la influenza hace unos 10 años, aunque provocada, pero no dejó de ser influenza..
Y lo último, los cuadros respiratorios por el Covid-19, que inició en China y se propagó a Europa, y luego América. La mayoría de la población presenta tos seca, fiebre, dolor de cabeza, dolor de diferentes partes del
cuerpo, y en menor cantidad personas con dificultad respiratoria y todavía en mínimo porcentaje, cuadros de neumonía, que desafortunadamente algunos de ellos murieron. Se ha identificado que los de mayores riesgos son personas
con afecciones respiratorias (es la predisposición justamente) tipo bronquitis, asma, enfermedad pulmonar obstructiva, pacientes con enfermedades crónicas inestables, y la edad avanzada.
En la homeopatía se cuenta con un método específico para elegir el medicamento que cubra los síntomas que presentan la mayoría de los pacientes, sin olvidarnos de su individualidad claro. Un paciente que ya es tratado
con homeopatía ortodoxa tiene menos riesgos de ser afectado, tomando en cuenta obviamente que la predisposición es una condición determinante.
Entendemos como Predisposición, a la condición hereditaria de las personas que favorecen la presentación de la enfermedad. No hay enfermedad sin predisposición, y por ello vemos que en una misma población no todos se
ven afectados, inclusive también en la misma familia.
No hay mejor prevención que estar bajo un tratamiento homeopático. Y cuando se presenta un caso en la familia se da el medicamento que cubre los síntomas, y al resto de los familiares, se le puede dar el mismo medicamento
de manera preventiva. La recomendación es estar en contacto con tu médico homeópata para que el determine el medicamento que se debe tomar, y en dado caso cómo tomar el medicamento preventivo y a qué potencia.
Como siempre, no es recomendable la automedicación porque se debe tener cuidado en la elección del medicamento, ya que se eligen dos o tres medicamentos, y entre ellos solo hay diferencias pequeñas que el médico debe
buscar e identificar para la selección del medicamento.